viernes, 24 de marzo de 2017

Galatea de las esferas

Antes de empezar, van a seguir habiendo entradas para el colegio hasta nuevo aviso, pero bueno. Hoy toca algo de arte, por lo que he decidido hablar/escribir sobre un cuadro que me encanta: Galatea de las esferas, pintado por Dalí en 1952.

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Se trata de un cuadro del movimiento surrealista, pintado al óleo, que pertenece al género retrato, ya que representa a Gala Dalí, esposa y musa de Salvador, formándose con una serie de esferas.

Salvador Dalí fue un polifacético artista español del siglo XX (nació el 11 de mayo de 1904 y murió el 23 de enero de 1989) conocido principalmente por:
– Su obra como pintor (entre los que destacan cuadros como: “la persistencia de la memoria“).
– Ser uno de los máximos representantes del movimiento surrealista.
– Crear un nuevo estilo pictórico conocido como el método paranoico-crítico.
Salvador Dalí
Nació un 11 de mayo de 1904. Se adentraría en el mundo de la pintura con tan solo 12 años de la mano de unos amigos de sus padres, los Pichot. Gracias a esta familia de artistas y especialmente a la figura de Ramón Pichot, Dalí descubrió el impresionismo.

A los 18 se trasladó a la Residencia de Estudiantes de Madrid para estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Allí conoció y estableció fuertes lazos con algunas futuras celebridades del arte español como Federico García Lorca o Luis Buñuel. Uno de los hechos más curiosos y que más se recuerdan de esta época fue su segunda y definitiva expulsión de la Academia en 1926. El propio artista contó en una entrevista que, un día de examen, en una prueba oral de historia del arte para ser más exactos, se negó a hablar del artista Rafael en frente del tribunal que lo examinaba, alegando que los evaluadores presentes no estaban capacitados para examinarle, puesto que él había leído y sabía mucho más que ellos tres juntos sobre el famoso renacentista italiano.
Un año más tarde, en 1927, viajó a París, donde conocería a uno de las pocas personas que llegó idolatrar en su vida: Pablo Picasso. Esa ciudad, además, vería florecer el surrealismo de Dalí así como ese característico bigote inspirado en Velázquez que le acompañaría el resto de su vida.
En 1929 conoció a la que sería su gran amor y musa, una inmigrante rusa 11 años mayor que él conocida con el nombre de Gala.
En 1931 pintaría uno de sus cuadros más famosos: “la persistencia de la memoria” (también conocido como “los relojes blandos“) inspirado, según el propio autor, en trozos de queso Cambembert derritiéndose al sol.
En 1941 él y Gala se mudaron a Estados Unidos. Allí pasaron 8 años hasta que en 1949 decidieran volver a Cataluña, tierra donde permanecieron hasta sus últimos días. Este último período de su vida y su trabajo artístico estuvo especialmente relacionado con la ciencia, la religión y otras actividades creativas (creó el logo actual de la compañía Chupa Chups, realizó un anuncio televisivo para la marca de chocolate Lanvin y participó en la campaña publicitaria de Eurovisión, … entre otras). Finalmente fallecería el 23 de enero de 1989 por una parada cardiorrespiratoria a los 84 años de edad. 
Respecto al cuadro del que estamos hablando, surge de sus indagaciones acerca de la anti-materia determinan un gran número de obras de los primeros años 50. Como él mismo cuenta, fue durante una convalecencia en el hospital cuando tuvo el tiempo, y la oportunidad de leer algunos estudios sobre física nuclear, que por supuesto le interesaron de inmediato: "Si los físicos producen anti-materia, que se permita a los pintores, que son ya especialistas de los ángeles, pintar esa anti-materia... En la época surrealista yo quería crear la iconografía del mundo interior... hoy, el mundo exterior -el de la física- ha trascendido a la psicología". 
Como él mismo reconocía, si su guía en los años 30 había sido Sigmund Freud, en los años 50 sería el doctor Werner Heisenberg, uno de los mayores especialistas del mundo en física nuclear. 
Pero además esta conversión a los últimos avances de la ciencia se combinan de forma sorprendente en el arte de Dalí mediante un proceso de revisión de la historia de la pintura. 
Una vez más, se trata de hallar lo clásico, lo eterno, en los pintores más importantes del pasado. Como una constante en su carrera, Rafael Sanzio (1483-1520) aparece de nuevo en el horizonte artístico de Salvador Dalí. Si el pintor italiano había ofrecido una imagen ideal, perfecta, de su época, el Alto Renacimiento, Dalí se encargaría de idéntica misión con la edad contemporánea, se convertiría en el adalid de ese nueva era dominada por lo clásico. 
Sobre la inmensa imagen de Gala, un universo de esferas (forma geométrica que se vinculaba a la morfología del átomo) recompone-destruye la imagen. Aplicando la más estricta perspectiva clásica se ofrece un mecanismo de ocultación-revelación de la naturaleza a los ojos del artista, quien más tarde lo ofrece al espectador.

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